miércoles, 13 de diciembre de 2017

Te elijo a ti.

¿Sabes esa sensación que te recorre todo el cuerpo cuando te dicen algo bonito y no te lo crees? Cuándo piensas que se están riendo de ti al decírtelo; cuándo no te crees ningún cumplido; cuándo piensas "No me voy a poner esto porque seguro me hace gorda", "si me pongo demasiado maquillaje tal vez me quede mal, pero es que al natural soy horrible", "no soy suficiente para nadie", "no soy lista, no soy nada", "soy la amiga a la que nadie elige", "la última en la que se fijarían"...

Y es que de repente llega alguien que te toma las manos y mirándote a los ojos te dice: "Vales mucho, quiérete más", y sonríes pero todavía sin creértelo del todo, y sin embargo miras sus ojos, brillantes, sin apartarse de los tuyos y te das cuenta de que no miente, de que está siendo sincero. Tal vez tengas algo bueno dentro de ti, si alguien lo dice, será así, ¿no?


Tal vez hayas empezado a quererte tan sólo porque alguien te quiso primero, antes de tan siquiera quererte tú a ti misma, y empiezas a confiar, y a abrirte, comienzas a ver luz al final del túnel tan oscuro que era tu vida. Comienzan los días buenos y estás bien. Te levantas cada mañana con una sonrisa en la cara y al verte te dices "Qué guapa estoy hoy al natural" o "Voy a ponerme esta ropa que seguro que estaré despampanante", porque ahora sí tienes confianza en ti misma, porque de alguna manera ahora te gusta lo que ves, lo que eres, lo que sientes.

 Pero de pronto, todo se nubla, cuando mejor estaba, las dudas vuelven a tu mente, no puedes evitarlo, alguien te quiere, a ti, y está contigo pero...¿por qué está contigo? ¿Acaso es por una apuesta? ¿Acaso se está riendo de ti por detrás? ¿Por qué alguien cómo esa persona estaría contigo? Y un día simplemente, decides preguntar.

 -Hay algo que no entiendo...si puedes tener a la persona que quieras, ¿por qué estás conmigo? 
+Porque tú eres la persona que quiero, porque te elijo a ti entre todas las demás personas.

 Y un beso. Una pausa. Una lágrima. Un abrazo. Una sonrisa. Y un "te quiero". El primer te quiero. Pero nada dura eternamente, nada es una verdad total, y todo termina...y ya no te ha elegido a ti entre todas las demás personas, te ha sustituído por otra porque la monotonía le agobiaba, porque la rutina era horrible, porque quería probar cosas nuevas, pero oye, te sigue queriendo y siempre serás especial, hasta que a los dos días ya te ha olvidado. 

Y tú te quedas sola, con tu corazón roto en las manos, que le habías dado con tanto amor y te lo había devuelto destrozado y tal vez algo que nunca más se vaya a arreglar del todo, no todos los pedazos volverán a su sitio y por más tiritas que le pongas a tu corazón, jamás dejará de sangrar por esa persona que lo fue todo y ahora no está. Y nuevamente vuelves al principio, como si de un círculo vicioso se tratase, dudas, autoestima baja...y sola. Y es que...¿quién te elegiría a ti habiendo tantas otras personas dónde elegir?

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